A conclusión de esta experiencia bella de fraternidad vivida en nuestro Primer Capítulo Provincial, hemos entonado juntos el himno "Te Deum", himno de alabanza y gratitud a Dios por excelencia en la Iglesia.
En realidad no podía ser diversamente, pues Él es quien ha manifestado su voluntad y nos ha hablado fuerte y dulcemente para mostrarnos por dónde y cómo caminar, y es nuestro amable deber alabarlo porque Él TODO LO HACE BIEN.
Agradecemos a ustedes su apoyo en la oración y sacrificios que nos han sostenido no sólo durante el capítulo, sino a lo largo de nuestro camino vocacional, Dios será su recompensa. Les debemos todo, nuestra perseverancia y alegría en el servicio de Dios.
En la celebración eucarística de conclusión, el Ministro Provincial nos ha hablado de perseverar en el caminar hacia Dios no buscando solamente "ser buenos", sino ser "hombres de Dios". Ser hombres de Dios que no tengan miedo a equivocarse, más bien que siendo "de Dios" lo arriesguen todo por Él efectivamente. Dios nos ilumine para reflexionar estas últimas palabras que Dios le inspiró.
¡Paz y Bien!
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