Este domingo 1 de diciembre comenzamos el tiempo de Adviento, tiempo de esperanza, de espera, porque el Señor está cerca y viene.
"Velen, pues no saben qué día vendrá su Señor", es el mensaje de este primer domingo de Adviento. Estemos despiertos, hermanos, la venida del Señor nos trae lo que necesitamos para vivir una vida plena; su amor, su presencia.
La esperanza en la venida definitiva del Hijo de Dios, lejos de espantarnos, nos llena de júbilo y gozo, pues viene Aquel que nos dará la alegría plena, realizará la verdadera y definitiva justicia y brillarán los elegidos de Dios.
Dejémonos deslumbrar de la luz de Dios, también en nuestras tinieblas, pues a los que acogen esta luz, Dios les da la gracia de ser sus hijos. No temamos que Dios ilumine nuestras tinieblas, pues su luz es sanadora, y nos es enviada para que no permanezcamos en tinieblas y lleguemos a formar parte en su Reino definitivo. Jesús viene, estemos preparados y en vela, el Rey vendrá al amanecer.
El Rey vendrá al amanecer
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