Mensaje de Adviento del Ministro Provincial a todos los hermanos

lunes, 2 de diciembre de 2013




VIVIR EL EVANGELIO

Hermanos el Señor les dé su paz

Con la gracia de Dios, hoy 01 de diciembre del 2013, primer domingo de adviento, Él nos concede un año litúrgico, en donde a nivel personal, comunitario y como responsables de las personas que forman las comunidades eclesiales que se nos han confiado, tenemos la oportunidad de caminar como hermanos, de crecer en el conocimiento del Dios con nosotros, de testimoniarlo con la vida cotidiana, porque un Niño se nos ha dado, y ha venido para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Siguiendo las palabras del Ministro General, fray Marco Tasca, que están en perfecta sintonía con las reflexiones y propósitos del Capitulo provincial que acabamos de vivir y que ahora con la vida cotidiana vamos a encarnar. Las propongo como reflexión del camino del Adviento que estamos comenzando:

“Vivir el Evangelio” es el título y el contenido del Proyecto sexenal 2013-2019 para la Orden. En el Mensaje final a toda la Orden, los hermanos participantes en el Capítulo general expresaron el deseo de “Empezar desde el Evangelio”, conscientes de que sólo teniendo a Cristo como centro y sentido de la vida (cf. VC n. 95) podemos ser franciscanos “creyentes” y “creíbles” a los ojos de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Se trata de reconocer la primacía del Evangelio en nuestras vidas, donde quiera que estemos. El Evangelio antecede a toda forma de vida, ministerio o misión. Por otra parte, la Regla que hemos profesado consiste, ni más ni menos que en observar el santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. De todo esto se deduce, entre otras cosas, la necesidad de vivir la fe en nuestras comunidades con cierta cualidad y confianza recíproca, lo que llevaría a crear espacios comunitarios para escuchar la Palabra de Dios y para la reconciliación, de modo que los hermanos se animen a una vida fraterna donde la oración común tenga su importancia, con una lectura orante y constante de la Palabra, compartiendo la vida de fe en los capítulos conventuales, sin descontar otras mediaciones típicas de nuestra tradición. Aspirar a la primacía del Evangelio y anhelar la necesaria fe en nuestra vida nos hará madurar, o mejor: seremos transformados, desde nuestra identidad carismática, en Hermanos Menores Conventuales.

            Bien hermanos, que el Espíritu Santo nos prepare como a María, para acoger al Niño que se nos ha dado, en nuestros corazones y darlo a la luz con una vida coherente que manifieste nuestro ser hombres de Dios, que nos ayude a conformar nuestra vida cada día a nuestro Señor Jesucristo, que se ha hecho como nosotros, por nosotros. Les deseo buen camino de Adviento, que nuestro buen Dios los llene de sus bendiciones, y que a través de cada uno de nosotros las haga llegar a todas aquellas personas que tienen hambre y sed de Él.

Que nuestro Padre san Francisco de Asís y nuestros hermanos que ya gozan de la gloria de Dios, intercedan por nosotros, para conocer, hacer y vivir de la voluntad del Dios de la misericordia.
  

Fraternalmente
  

Fray Francisco Díaz y miembros del Definitorio.


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