El día 10 de julio del 2018, en nuestra Provincia franciscana conventual “Nuestra Señora de Guadalupe” en México, tuvimos la gran alegría de recibir en nuestra Orden a seis nuevos frailes, los cuales empezaron su año canónico de “NOVICIADO”.
De estos seis hermanos cuatro son mexicanos, uno es haitiano, y otro más es ecuatoriano. Este último es miembro de la misión conventual en Ecuador, la cual es atendida por los frailes de Polonia, y al terminar su noviciado regresará a su país. Continúa....
La celebración de toma de hábito se llevó a cabo en Totolapan, Morelos, lugar en donde se encuentra nuestra casa de noviciado. En esta celebración de carácter privado, estuvieron presentes los hermanos postulantes, algunos profesos temporales y perpetuos de la Provincia, así como nuestro Ministro Provincial Fray Mario Castro Martínez, el cual presidió la celebración acompañado de: Fray Guillermo Aguilar, Maestro de Novicios; Fray Pablo Rosario, Vice-maestro de novicios, y Fray Noé Chávez, Párroco de “San Guillermo Abad” que es la parroquia de Totolapan. Estos tres hermanos forman la comunidad que acompañará a nuestros hermanos novicios durante este año, guiando sus pasos y ayudándolos a conocer el carisma y espiritualidad de la Orden Franciscana Conventual.
Nuestros hermanos novicios son:
-Fray John Yverzon Azor, de 28 años, de Puerto Príncipe, Haití.
-Fray Israel Vega Vázquez, de 24 años, de Jerécuaro, Guanajuato.
-Fray Benito Pérez Chávez, de 21 años, de Tlacoachistlahuaca, Guerrero.
-Fray Gabriel Javier Montenegro Pavón, de 20 años, de Tulcán, Ecuador.
-Fray Jesús Alonso Salazar Salinas, de 19 años, de Matamoros, Coahuila.
-Fray Jesús Emmanuel Martínez Cruz, de 19 años, de Ecatepec, Estado de México.
Nuestra Orden en México se llena de gozo al ver que el número de los Frailes conventuales va creciendo en nuestro país. Estos 6 hermanos han concluido su etapa de postulantado, y están empezando a recorrer el camino de consagración total a Dios, a ejemplo de nuestro fundador San Francisco de Asís, en nuestra Orden de Frailes Menores Conventuales; por lo tanto, pedimos a Dios que les de perseverancia y fidelidad en su vocación, y puedan dar siempre un buen testimonio cristiano y franciscano, ahí donde Dios los mande.
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